Traducir a

Filosofía Pedagógica



NUESTRA FILOSOFÍA PEDAGÓGICA

    Blanco Nájera considera a la escuela como lugar privilegiado de evangelización a través de la cual la Iglesia prolonga en la historia la misión salvadora que recibió de Jesucristo.

   El mandato de Cristo: “Id y enseñad” se realiza en la escuela desde todas las facetas de la educación, tanto desde la formación propiamente religiosa como desde la formación cultural.  Ambas dimensiones que proporcionan al educando una concepción cristiana del hombre, del mundo y de la historia.  Le transforma interiormente según los valores del Evangelio y le constituye, a la vez, constructor de un modelo de sociedad nueva.

    En la escuela el niño es el centro de la educación.  Blanco Nájera concibe la escuela como espacio-hogar dentro de la cual el educando se va desarrollando progresivamente.  Todo confluye en y para el niño: el sistema educativo, los proyectos, la metodología empleada, la organización completa del Centro, la presencia misma del educador.  Todo se justifica únicamente por la persona del niño.  Esta fundamentación evangélica hace que la Escuela Católica considere al niño como el protagonista del proceso educativo. La educación es obra de amor y, sobre todo, de amor abnegado.  El amor es, ante todo, la ley suprema de la educación, del desarrollo y perfeccionamiento de la vida.  Amor a la persona del niño.
    
   Para Blanco Nájera el educar para la vida es tanto un objetivo como un fin y consecuencia de la educación integral.
   El niño, que ha seguido el período formativo a cabalidad durante los primeros años, se encuentra, al llegar a adulto, en capacidad de realizar un proyecto personal de vida.
  Si Blanco Nájera dedica al niño y al educando una atención primordial, también es verdad que pensando en el maestro, le atribuye la responsabilidad de la escuela.  Es por ello que el maestro debe entregarse con amor, abnegación y sacrificio no como pesada carga, sino porque se siente autor-padre, con la analogía derivada de la paternidad física.  La dificultad que genera la educación, el maestro y ocasionado, la vive con paz y creatividad, con esfuerzo en la actualización pedagógica.
   Blanco Nájera señala a la familia como pieza clave en la educación, pues es la primera educadora por naturaleza propia.  Y si la escuela encuentra el apoyo de la familia por la colaboración constante de los padres entre sí y con el maestro, si los niños ven a sus padres preocupados e implicados en la Comunidad Educativa, la garantía de la educación queda en gran parte asegurada.

Entorno Google

Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Emisoras radiales católicos